Sí, he vuelto a un concierto de
Los Secretos. No hace ni un mes que fui al primero y ya tenía mono. Las entradas para el directo del día
31 en València estaban agotadas desde hacía semanas, para el 30 quedaban algunas
pero no podía ir porque viernes trabajaba.
Pero me enteré de que lo que se
había agotado eran las entradas anticipadas, en taquilla todavía quedaban algunos
(poquísimos) tickets. Así que no me lo pensé dos veces y para la Sala Matisse
que nos fuimos.
Sabía que era casi imposible
conseguir entradas pero como la esperanza es lo último que se pierde… Pues bien,
no solo conseguimos un par de entradas sino que además justo cuando estábamos comprándolas,
llegó el grupo al completo a la sala! Como siempre, me supo mal pedirles una foto,
por no molestar.
Pero aquí no acaba la cosa. Como
todavía faltaba más de una hora para el concierto, cogimos las entradas y nos
fuimos a cenar a un bar cercano a la sala. Y cuál fue nuestra sorpresa al ver
entrar a Juanjo Ramos (bajista del grupo) al mismo bar! La gente, como es
normal, le pidió fotos, autógrafos… y a mí me supo mal (otra vez) porque el
pobre (que había estado malito el día de antes) no pudo ni tomarse una cerveza
tranquilo. Está claro que eso es el cariño del público y él estuvo más que
agradecido de que la gente le saludara.
Pero vamos a lo realmente
importante: el concierto. Empezaré por lo bueno. La música, como siempre,
impecable. Sonido inmejorable, perfecta coordinación entre los músicos, la voz
de Álvaro, los coros, la simpatía con el público… simplemente genial. El
repertorio de canciones también fue excelente, aunque tengo que decir que me
gustó más el del concierto de Ontinyent. Por cierto, me encantó la presentación del grupo, cada uno interpretando imagino que uno de sus temas favoritos y sobre todo el final con Álvaro a la batería y Santi al micro.
(Disculpad la mala calidad de la imagen)
He dicho que empezaba por lo
bueno, eso significa que hay algo malo. Sí, lo hay, pero no tiene nada que ver
con el grupo. Lo que no me gustó fue la sala, porque había mucha gente en un
espacio muy pequeño. Por lo que, aparte de estar como sardinas, tenía que hacer como una auténtica jirafa para poder ver
a Los Secretos. Nada más que objetar.
Aunque las comparaciones son
odiosas, diré que en conjunto me gustó más el concierto de Ontinyent, porque
fue más íntimo, la gente estaba a lo que estaba (a la música) y, al menos yo,
pude disfrutar más de su música.
(La gira está patrocinada por Mahou. Por cada tercio de esta marca te regalaban esta pulsera)
Yo soy partidaria de dos tipos de
conciertos: en teatros, sentados y sin alcohol; o en grandes recintos, con
alcohol y fiesta. Pero un concierto en una sala pequeña, con la gente medio
ebria, no me gusta. Porque el espacio es muy pequeño, no te puedes mover, el
escenario no está situado para que lo vea todo el mundo… Vamos que, simplificando,
para mi gusto, prefiero o el teatro o el estadio.
La gira Déjame estar a tu lado termina este sábado en la Sala La Riviera de
Madrid (entradas anticipadas agotadas). Me hubiera gustado mucho poder ir, pero no va a poder ser. Así que solo
me queda que pronto empiecen otra gira de conciertos que les lleve otra vez a
recorrer el país. Prometo ir a todos los que pueda. Y contarlo para quien le
interese…
Saludos!